viernes, septiembre 25, 2009

Me crecio la panza.


Acabo de tener el sueño más vívido de toda mi vida. ¡Estaba embarazada!, y lo más raro de todo es que estaba, o resignada o feliz, pero al parecer lo estaba disfrutando.
Mi novio estuvo a mi lado todo el tiempo, estábamos en una fiesta de mi familia cuando de repente apareció mi panza, el estaba de lo más tranquilo y yo, pues también. Toda la familia de mi mama estaba ahí, estábamos muy felices todos, yo estaba sentada con Arturo y empecé a sentir que mi panza crecía y crecía hasta tenerla como de 7 meses, pero eso en los sueños al parecer no es nada del otro mundo porque no me pareció extraño.


Todos estaban jugando y bailando. Mi mama y mis hermanas no estaban ahí, yo me sentía muy unida a mi novio, más que nunca, sentía un lazo enorme que jamás se iba a romper. En momentos me daban nervios y era cuando crecía más mi panza, como si los nervios hicieran crecer el feto hasta convertirlo en persona. Yo me calmaba y le decía al bebe que se quedara tranquilo, que no recibiera esos sentimientos míos que no eran de él. En mi mente corrían todos los pensamientos que supongo son de una mujer embarazada.

En verdad sentía una persona dentro de mí y ya sentía que lo amaba, sentía lo que él sentía y por alguna extraña razón me estaba preparando mentalmente para lo que venía. Le dije a mi novio que debía hacerme un eco porque capaz que eran dos (por aquello de que me creció la panza muy rápido), y él me dijo que sí. Salimos de la fiesta familiar como si nada, platicando acerca del bebé, yo le pregunté que quería que fuera, ¿niño o niña? y él me respondió que niño pero capaz que sería muy hiperactivo; yo pensé que si fuera una niña igual lo sería y me reí por dentro, ahí fue donde me dio escalofrío. Iba a tener un bebe y me estaba cayendo el veinte.

A la salida de la casa donde fue la fiesta, estaba mi abuelo, empezó a mandar indirectas de que mi novio era muy serio y que yo también. Obvio, fuimos serios con él por razones de antaño, entonces ni lo pelamos y seguimos caminando.

Cruzamos por unas vías del tren muy raras, eran trenes como del año de la inquisición porque estaban enormes y eran color marrón, las vías estaban llenas de tierra. De lado de las vías estaba el metro tal y como lo conozco en este momento. De repente Arturo traía una nieve y yo también, y le pregunte que de donde la había sacado. No dijo nada. Le dije que me diera un poco, la probé y era de pistache. En ese momento ya estábamos en el metro y yo también traía una nieve. Empecé a pensar que necesitaba un trabajo urgentemente porque lo que tenia ahorrado se me iba a acabar tarde o temprano y además tenía que hacerme un eco.

Le dije a mi novio que iba a ir con mi antigua jefa y le iba a explicar la situación, le voy a decir que siento más seguridad en su negocio que en ningún otro lado. Seguía muy tranquila comiendo nieve y él también. Se me vino a la mente que había estado con toda la familia de mi mama y que ella no sabía que estaba embarazada, así que me di o miedo, mi novio me dijo- Ya ves, te dije que le dijeras hace 2 semanas, ahora se va a enterar por tus tías- en mi mente corría el ejemplo que les daría a mis hermanas. Pero por alguna extraña razón sentía que mi mama me iba a apoyar, y también sentí que los papas de mi novio iban a apoyarnos al cien. En el metro estaba la canción de los Doors “hello, i love you"... los dos cantándola y comiendo nieve.

Desperté como si la película se hubiera acabado y di un gran suspiro. Jamás en mi vida había dicho en voz alta: Que bueno que solo fue un sueño.


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